Recupera el colágeno perdido con bioestimuladores

 

Dentro del universo de los inyectables existen muchas opciones que ofrecen una solución para cada problema de la piel. Todos los entusiastas del rejuvenecimiento y cuidado de la piel (tanto del rostro como del cuerpo) por medio de este procedimiento mínimamente invasivo, tienen que conocer los bioestimuladores e integrarlos a su arsenal para obtener resultados de impacto.

¿Qué son y como funcionan los bioestimuladores?

 

De acuerdo con el Dr. Bernardo Goldzweig Hans, director médico de Clínica BGH Medicina Estética: “A grandes rasgos, son sustancias inyectables aplicadas en la capa profunda de la piel que comienzan a estimular la formación de colágeno, por lo que el resultado es un aspecto natural de la piel, aumenta la tensión disminuyendo la flacidez, aumenta la luminosidad, aumenta la hidratación, la piel tiende a mancharse menos dando un efecto de juventud natural”.

Cuando comenzamos a envejecer, a partir de los 27 años, es cuando también comienza a decaer la producción natural de colágeno de nuestro organismo, lo que provoca la aparición de arrugas, líneas de expresión, manchas en la piel y flacidez.

Para contrarrestar estos efectos y apoyar en la producción de colágeno nuevo, los bioestimuladores mantienen la tersura de la piel y la estabilidad de los músculos.

 

Aquí destaca Sculptra, tratamiento basado en ácido poliláctico, el cual una vez que forma el colágeno de forma natural, este se absorbe y se elimina completamente.

Como explica el Dr. Bernardo: “al someterse a un tratamiento con ácido poliláctico como este, el propio organismo va generando nuevo colágeno. Promueve la resustentación de todas las estructuras de la cara, por ejemplo, obteniendo un efecto tensor, dejando atrás la flacidez”.

Este tratamiento inyectable sirve para muchas cosas: aumentar la densidad de la dermis,  añadir volumen en aquellas zonas que lo han perdido por la falta de producción de colágeno, reducir la flacidez, aumentar luminosidad e hidratación, reducir manchas  y crear o reconstruir una estructura que, de forma natural, rejuvenezca el rostro y el contorno de la cara. Lo mejor de todo… ¡Es aplicable en rostro, escote, brazos, muslos, glúteos y abdomen! Aquí los resultados demorarán semanas o meses en hacerse evidentes y una vez sea así, prometen durar hasta dos años.

Otro bioestimulador destacado es  Ellansé, compuesto por microesferas únicas de policaprolactona y gel portador de carboximetilcelulosa, que también tiene el principio básico de corregir signos del envejecimiento estimulando la producción de colágeno nuevo. Las principales zonas del rostro para su aplicación son los surcos nasogenianos, definición de mentón y línea mandibular, las mejillas, la nariz, así como aumento y reposición de pómulos. Los resultados son inmediatos y de apariencia natural, luego estimulará gradualmente la producción de colágeno propio para así obtener resultados duraderos, desde 18 meses hasta tres años.

Dependiendo de la solución que se esté buscando, también funciona muy efectivamente para disminuir la laxitud de la piel, reposicionar, rellenar, dar volumen y convertir la piel en un lienzo rejuvenecido y renovado.

Para determinar el número y frecuencia de las sesiones, es preciso que acudas a una valoración médica previa, aunque se trate de un prodecimiento estético mínimamente invasivo, ya que, como recomienda el Dr. Goldzweig: “hay que conocer al individuo, su tipo de piel y sus necesidades, gravedad del daño, los resultados que se desean lograr, entre otros factores importantes, para poder establecer la mejor vía de acción que realmente funcione y sea conveniente para el paciente sin comprometer su salud y bienestar, ya que hay que evitar a toda costa resultados contraproducentes”.